Begoña Egurbide
GONZALO MARCUZZI

ALESSANDRO OLLA





GONZALO
MARCUZZI

cv

selecció de vídeos
per a projecció


videografia resumida

article de
Pablo Leoni




 


Contextos y trayectoria cronológica de las creaciones en radio
y video de Gonzalo Marcuzzi


Gonzalo Martín Marcuzzi, nacido en 1972, en Bahía Blanca, Argentina. Primer hijo de dos de una típica familia de clase media baja de abuelos inmigrantes españoles e italianos. Vivió la temprana infancia en Punta Alta, pueblo vecino a Bahía Blanca. Ciudad con base Militar y en plena dictadura liberal (1976-1983).

En el año 80 la familia migra a La Plata, ciudad universitaria y capital de la Provincia de Buenos Aires. En 1979-1980, tras un par de mudanzas, Gonzalo y su familia terminan en Barrio Monasterio, conglomerado de obreros de Astilleros Río Santiago y funcionarios de la Marina Argentina. Ese barrio de clase media baja es determinante para todo lo resultante luego, con los años, en las creaciones de Gonzalo.

Los 80s son una mixtura entre una guerra con Inglaterra y entre gobiernos totalitarios con la misma política neoliberal, y el final de la dictadura sangrienta y vendepatria (que reivindica un engendro como Milei) a favor de una democracia débil, encorsetada y en permanente deuda externa supermillonaria. Argentina era (y es) un país secuestrado, mediocre por méritos corruptos propios (históricos) y avaricia ajena. La doctrina Monroe y del shock nos han criado y eso repercute directamente en las obras de Gonzalo, siempre por debajo de lo precario y con recursos técnicos proto mínimos, y siempre obligado a trabajar, a estudiar algo sin salida ni futuro, y en un país cuya permanente sensación de NO futuro es todo un paraíso para documentar lo Obvio que de tan obvio es idiosincrasia putrefacta, inmovilista, reciclada como aceite de fritangas.

La radio es el primer medio y el mejor, el menos peor, el más barato y de entrecasa, un medio de comunicación de intramuros, popular, y radios libres y comunitarias empiezan a larvar a mediados de los 80s en zonas periféricas de la Provincia de Buenos Aires. Pero eso viene después... eso viene con el Punk y el fanzine con las ideas de Cultura libre y universal.

Argentina viene del Mundial 78, de "derrotar y matar" a miles de personas en nombre de dios todopoderoso y la patria financiera liberal, y viene musicalizada de la mano de Parchís y de Raffaella Carrà, también de "Argentinísima" y el folklore mas patrótico y feo. Entonces a Gonzalo con 7 años, su tío Pepe le muestra el disco Dinastía de Kiss. TODO CAMBIA. Pero TODO!  1980. Si un adulto argentino estándar era autoridad, dios, patria y orden, pulcritud y camino recto, un adulto pintado, con plataformas, guitarras y riffs, cantando en inglés, era un flash de libertad y esperanza de que no todo era malo en el mundo real argentino y que había otras cosas que la dichosa Argentina. Es con esos primeros discos de Kiss, de Deep Purple, de Led Zeppelin, o de los Doors, que vienen las primeras sensaciones raras y aceleradas, y de la mano de la democracia que llegaba en 1983 y la posibilidad de ver videoclips, es cuando Gonzalo intuye que el escape y la idea de otra vida está ahí, porque para notario o empleado público, abogado o policía no fue parido, ni fue bebe lactante argentino.

Después de ser heavy, un niño literalmente que escucha "metal pesado" y cosas "satánicas" y ya con la democracia miedosa pero efervescente de mediados de los 80, y luego de ser expulsado del colegio primario en séptimo grado, la cosa se pone PUNK. El fútbol lo tiene como mediocampista y es hincha de un club perdedor pero noble: Gimnasia y Esgrima La Plata, EL LOBO! Son tiempos furibundos, convulsos, los militares liberales arruinaron la nación y eso influye en las clases medias bajas y en todo. Y no son tiempos de escuchar a Kiss y sus mierdas de letras machistas o nada Heavy que hable de Hadas y milongas místicas, o el mismísimo y aburguesado satanás que está a años luz de distancia de argentinos promedio con 15 años, y Gonzalo cambia todos los discos de Kiss y Iron Maiden por los Clash, los Pistols, los Ramones y los Violadores / Sumo y todos tus muertos. Se le empieza como a cualquier adolescente a presionar para elegir carrera con salida y un futuro en un país con el futuro muerto, y viene la segunda expulsión de un colegio y la muerte trágica del abuelo "Tano" (italiano)... y ahí viene la radio, siempre la radio generando imágenes propias y vienen ideas, y continúan los videoclips (MTV y los programas musicales y el barrio obrero y una crisis atrás de la otra dentro de una ESTAFA ETERNA NACIONAL) y entonces viene la idea de La industria de la Muerte, que resulta de todo eso y será luego el primer video y largometraje que además sin querer queriendo, será el pasaje a Europa, con un premio inesperado en 2001 antes del primer desastre total.

Toda esta confusión, frustración y ansiedades van a ser un común denominador en los videos y en la radio que Gonzalo comenzará ya en 1991, empezando Periodismo y después Cine mientras trabaja de cartero y otras cosas ocasionales. No es que se dedicara a causas perdidas por esnobismo o tradición, es que nació en una causa perdida y no hay otra salida que intentar al menos divertirse, y vivir, y aprovechar la juventud hasta reventar de arte, de curiosidad, de fiestas, de pogos, de videos y de radio. Siempre siempre LA RADIO salvando las noches o las mañanas. Se podría afirmar que cómo no, Gonzalo es otro autodidacta en un país plagado de autodidactas y de sangre migrante autodidacta, qué otra cosa iba a ser?

Los 90 son asquerosos (de hecho son la base mundial de todo lo MALO e inhumano que pasa ahora mismo), Argentina es un "primer mundo" de un patio oscuro de atrás, dolariza, sigue políticas ultras y el resultado es un vaciamiento cultural, social y colectivo devastador, y Gonzalo no está o no sirve para abstraerse o ensimismarse, sale con cámaras VHS usadas a grabar por ahí, sale con grabadoras de cassettes, sale con lo que tiene a mano, generalmente solo: la soledad es el otro aspecto siempre presente en sus obras. La soledad es documental. Las imágenes e ideas que la mayoría descarta él las trata, las apropia, las eructa, pero nunca cae en las premisas de los iluminados ideológicos ni porquerías tentadoras al ser tan joven, tiene claro que no será un mediocre más, será un mediocre que hace videos nobles para él, por los demás no hace falta. Gonzalo no cae en esa de "video para salvar al mundo" o las tentadoras ideas de izquierda porque si bien le atraen y quisiera un mundo colectivo e individual distinto, diferente, percibe la cantidad de farsantes por metro cuadrado que se refugian en esas trincheras y en las universidades que muy pronto abandona, para seguir el camino del HAZLO TU MISMO y fuera de instituciones, notas o evaluaciones intelectuales de "problemas profundos" y no tan simples. NO. Para Gonzalo la cosa es simple sin ser simplista, agarrá la cámara y "curtite", pateá, caminá, andá al Cementerio a ver porque hay un tipo que entierra gente, ataúdes, cava tumbas, cobra muy mal y es morocho y "feo". NO hay lugar para  la "masturbación audiovisual"... o ficciones con héroes porque no hay un solo héroe en kilómetros a la redonda.

Porque él mismo es cartero (del correo estatal), en una ciudad pseudomasónica, porque hay que aguantar todo lo que hay que aguantar y encima permanecer inmóvil. Ok, no hay futuro! Sí, pero el presente se puede pelear y con una cámara o una grabadora de audio, conversando y buscando lindos lugares comunes con la gente que no es culpable de ese país, sino víctima, y siempre buscando también divertirse, porque la amargura ya viene desde arriba y es oficial. Hablar de las obras de Gonzalo Marcuzzi, es hablar de todo esto, no hay nada nuevo, todo es viejo, todo es humanismo y universalidad, no hay nada novedoso, quizás sus formas narrativas lindantes al videoensayo (lo que antes llamaban videoarte), al videoclip, al rock que incita, a esa necesidad tan legítima de expresar el descontento porque se ve que el mundo es hermoso y al mismo tiempo organizado como una cárcel por un grupo de payasos, a los que obedecemos incluso hoy más que nunca. Gonzalo nunca hará video con inteligencia artificial, eso seguro, lo hará como hasta ahora desde su noble y sincera ignorancia sin artificios, y lo hará hasta que reviente, porque la obra en videos y radiofonía de Gonzalo es la de un tipo tozudo, cabeza dura e inmaduro porque madurar es pudrirse. Madurar es un audiolibro de ciencias felices y engorilarse en un narcisismo 21 digno de todas estas ultra derechitas con sabios de Sion; y madurar es almorzar viendo la guerra por TV en el bar. Eso piensa Gonzalo, eso dice él mientras se va al mar a nadar en otoño, mientras existan estaciones y peces.

Gonzalo no pide comprensión ni medallas, no pide nada, está ahí y hace videos (a veces los cobra y hasta es un "generoso" colaborador de la industria cultural de Barcelona), y me consta que los hace con total y premeditada libertad por amor a la vida, su mini vida al día y la de los demás. Aunque sean unos absolutos cretinos que han aceptado a este mundo tal y como es ahora. Y además nada de lo que hace deja indiferente al escurridizo espectador (incluso en su desafección u oposición frontal al discurso de ESTÁ TODO MAL de Gonzalito), y lo hace in memoriam de todos sus queridos Muertos. ENTONCES AL FINAL - ESTÁ TODO BIEN.


PABLO LEONI. Fotògraf musical i retratista, amb més de 20 anys de trajectòria internacional. Actualment i des de fa 25 anys, radicat a Barcelona.
www.instagram.com/pabloleoni.photography






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