–PROJECCIONS MONOGRÀFIQUES




ALBERT ALCOZ
FÉLIX PÉREZ-HITA
YAPCI RAMOS


ALBERT ALCOZ

cv

selecció de vídeos
per a projecció


videografia

article d'Elena Duque


 


ALBERT ALCOZ. TEORÍA Y PRAXIS


WORD SOUND
Sound a word or a sound.
Listen for a surprise.
Say a word as a sound.
Say a sound as a word.
Say a sound until it is a word.
Sound a word until it is a sound.
Speak a sentence of sounds.
Sing a phrase of words.
Cross overs.

(“Text Score” de Pauline Oliveros)

Ver una película. Ver qué es realmente una película. Mirar en el interior de lo filmado. Filmar una filmación. Este eco anémico de la partitura de Oliveros intenta pensar en la manera de Albert Alcoz de hacer cine. “Haz sonar una palabra hasta que se convierta en un sonido”, dice Oliveros, como en ese juego infantil en el que a fuerza de repetir una palabra esta suena como un OVNI. En sus diferentes procedimientos fílmicos, es como si Alcoz se hiciera eco de este juego, tomando imágenes y sonidos para desnaturalizarlos, mostrarlos en su condición primaria plástica y sonora, y mostrarnos que una película es una película es una película es una película. O un vídeo. En ese sentido, sus preocupaciones materialistas se han movido de un medio a otro sin dogmas, con la libertad de un espíritu movido por la curiosidad. Así, el trabajo de Alcoz merece más que muchos la calificación de “experimental”, pues cada película de su filmografía es una suerte de ejercicio que reflexiona sobre las diferentes cualidades del aparato generador de imagen en movimiento de turno, lo pone a prueba y estira sus posibilidades como un chicle.

Lo cierto es que la práctica de Alcoz hay que entenderla desde todas sus facetas, que abordan el cine desde diferentes flancos. Además de ser cineasta, labor que emprende en 2005, la investigación y la divulgación han sido algunos de sus campos de actividad más prolíficos. En términos de “difundir la palabra” del cine de vanguardia, ha sido la figura detrás del blog Visionary Film desde 2006 hasta 2021: un trabajo que empieza en un momento en el que apenas hay información en castellano sobre cine experimental en la red, y que ha sido faro guía para muchos. Es también programador, no solo a través de instituciones como el CCCB (en Xcèntric) sino también de manera independiente a través de encuentros periódicos como Amalgama, Cinema Anèmic o más recientemente Cranc (junto a Marcel Pié, Dani Pitarch, Pepón Meneses, Laura Ginès y Blanca Viñas, una serie de monográficos en la que también editan un flipbook que acompaña cada sesión), y en formato doméstico a través de la editora de DVD Angular (junto a Alberto Cabrera Bernal). Desde la investigación, es doctor en Teoría, Análisis y Documentación Cinematográfica por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y profesor asociado de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Su labor ha dado como fruto la publicación de varios libros, que continúan a su vez su afán incansable por difundir el cine experimental: por ejemplo, Resonancias fílmicas. El sonido en el cine estructural (1960-1981), publicado por Shangrila en 2017, resultado de una exhaustiva investigación, y cuya temática continúa de manera más libre en Música esporádica. Un itinerario sónico por el Archivo Xcèntric, editado por el CCCB. Es autor también de Radicales libres. 50 películas esenciales del cine experimental (UOC, 2019), y ha sido colaborador en un sinnúmero de revistas, webs, publicaciones y libros colectivos. Su interés por la música y el videoclip, además, le llevó a crear proyectos como Venusplutón!, plataforma dedicada al vídeo musical que estuvo en activo de 2008 a 2013. Ha formado parte también de la web Blogs&Docs, la revista Found Footage Magazine y el Laboratorio Reversible.

Toda esta lista de referencias, además de proporcionar un apunte biográfico que deja clara la dedicación absoluta de Alcoz al cine y vídeo de vanguardia, da una pista también de la mirada analítica que aplica a su faceta creativa. Una de las ramas más reconocidas dentro de la obra de Alcoz son sus películas en super 8. Es en este formato con el que se inicia, precisamente con una práctica que se presta a la apreciación del cine como arte matérico: el found footage. La propia manipulación de películas descartadas, filmadas con diferentes propósitos y dentro de los códigos de distintos géneros, genera en Alcoz una reflexión en dos vías: por un lado, en torno al contenido propio de las imágenes, y por otro, en torno a la misma naturaleza fotoquímica de las mismas. Es así como surgen obras como Elephants’ Test (2005), un primer intento que, como él mismo dice, es un doble test: el que relata la película de la que se apropia (sobre la fauna africana estudiada por una expedición francesa), y el que realiza Alcoz sobre la tira de celuloide aplicando lejía y rascando, con patrones geométricos y momentos rítmicos de cuasi-flicker combinados con manipulaciones que acompañan a la imagen. El efecto es ese extrañamiento y abstracción que nos hace volver a mirar las imágenes en términos de formas, de luces y de sombras, de animales que parecen evocar por momentos a los experimentos de Marey y Muybridge. A partir de ahí, Alcoz va evolucionando en sus ejercicios en torno al found footage en distintas direcciones, como intentando “testar” diferentes hipótesis cada vez. Damos un salto adelante para citar su película Weird War (2011), que de alguna manera complejiza la vía tomada en Elephants’ Test: la doble reflexión conceptual y matérica en la que ambos términos entran en retroalimentación. Tomando imágenes de found footage de la Segunda Guerra Mundial, el discurso de la violencia y el sinsentido del combate viene propulsado por el remontaje de imagen y sonido de Alcoz: la voz en off y la música se tornan, por las distorsiones, en ruidos inquietantes. La tira de película es perforada, pintada, las figuras humanas desaparecen, las imágenes de la agresión son a su vez agredidas y nos agreden en su plasticidad. De nuevo con un pie en la abstracción, recordándonos que una película es una película, pero sin dejar de tener en cuenta las imágenes que maneja. Otras manifestaciones de esta corriente que llaman más a la abstracción son Aterganiv (2008) y 14 x 14 (2012, esta última en 16mm), de distintas maneras. En el caso de Aterganiv (2008), que Alcoz describe como “una película abstracta que sigue la tradición de la música visual”, el vinagre es el que corroe la emulsión de una película subexpuesta, reduciéndola a un festín abstracto de colores y formas, en un proceso de experimentación plástica que luego verá su eco en la serie de diapositivas creadas junto a la fotógrafa Blanca Viñas entre 2015 y 2017, activadas gracias a la performance bajo el nombre Esperando un eclipse, que luego serán parte del “show” La noche inventada. Si situamos a una pieza como 14 x 14, realizada junto a Alberto Cabrera Bernal, en este apartado de la abstracción es por el tratamiento que se les da a las imágenes en 16mm de un anuncio de Pepsi (de hecho, de varias copias fílmicas del mismo anuncio), sometidas a una doble desnaturalización: por un lado, gracias al montaje métrico y estructural, marca de la casa de Cabrera Bernal, que intercala segmentos de un número idéntico de fotogramas con y sin imagen, sin piedad. Por otro lado, por los experimentos de “ataque” fotoquímico a las imágenes de Alcoz, que las convierten en muchos casos en manchas de color, en un baile de motivos de expresionismo abstracto ectoplásmico sobre los fotogramas de turno. Control versus azar, en una película en la que cabe mencionar también el efecto generado por la banda sonora de los fragmentos, que genera también un patrón rítmico y repetitivo acorde.

La estructura es también el objeto de análisis de piezas como Nif Fin (2007), utilizando un recurso que ya no actúa tanto sobre la propia tira de película, sino sobre los medios de proyección, dejándolos patentes. El procedimiento aquí es refilmar la proyección en super 8 del final de una copia de una película de ficción protagonizada por Carmen Sevilla, desenfocando y reencuadrando la imagen de diversas maneras. Al llegar a la palabra “Fin”, este metraje se encuentra con el “original” de la película en super 8 que había sido refilmada, pero invertida: la relación causa efecto se invierte, retrocedemos desde el fin de la película de ficción hacia los sucesos que lo preceden en esta película, dibujando así un palíndromo imperfecto. Los medios de la proyección, por otra parte, son los protagonistas de piezas en vídeo como L'último paradiso (2008), filmada con la imagen de vídeo subestándar de un teléfono móvil Nokia N95: a golpe de píxel vemos la proyección, vemos el proyector, y entendemos la naturaleza de tal medio a través del haz de luz del mismo, y de la sombra del propio teléfono con el que se filma sobre la imagen proyectada. La colisión del vídeo digital con la proyección analógica nos remite también a la reflexión sobre el propio soporte en el que se graba, y sus particularidades frente al formato que registra. La traslación y trasvase entre formatos, así como el interés por el estructuralismo es lo que subyace también en Home Movie Holes (2008), en la que una serie de filmaciones domésticas en 8mm, transferidas a vídeo, son sometidas a un montaje establecido de acuerdo a un patrón rítmico. Puntuado por el sonido de una máquina de fax, este patrón pone en juego una serie de fragmentos de película cuyos fotogramas aparecen perforados de manera regular (práctica habitual al principio y final de los rollos de 8mm para identificar su emulsión). Primero congelando las imágenes, luego secuencializando sus fotogramas como en una animación que parece ocurrir en dos capas: la del patrón abstracto de los círculos que dibujan las perforaciones (que nos remiten también a la materialidad de la película), y la de los recuerdos familiares cargados de emociones en este caso alienadas de su origen y de su razón de ser. Entre otras de las incursiones en el found footage de Alcoz, que incluyen numerosos remontajes en vídeo (como el que hace de Twin Peaks en su pieza de 2014 Laura Palmer) y videoclips, cabe mencionar Send me a copy (2011), pergeñado para acompañar a la canción de The Transistor Arkestra: aquí el entrelazado del vídeo es el protagonista. Un error común en el codificado del vídeo digital que aquí se usa con fines plásticos, utilizando una película de ciencia ficción de los sesenta como motivo. Se rompe en estas piezas esta ilusión de invisibilidad del formato, dejando al descubierto sus rugosidades.

Esa mirada analítica que Alcoz aplica en sus trabajos de found footage también rebasa a otras vertientes de su obra. Cuenta Alcoz también con una filmografía en super 8 que remite más a lo diarístico y (aunque de manera mucho más oblicua) a lo personal. Se trata de un conjunto de películas que funcionan como cuadernos de viaje o filmaciones campestres, a las que también aplica procedimientos experimentales íntimamente relacionados con las cualidades del formato que maneja. De esta manera, nos encontramos con una serie de películas que remiten a la toma de vistas turística en la idea de preservar un lugar para la memoria, solo que con una visión frenética y fragmentaria, que surge de la técnica de filmación fotograma a fotograma y en ráfagas. En esta línea encontramos piezas como NYC sync (2008), Londres en Kodachrome (2008) y B.S. A.S. a 24 f.p.s. (2012). Cuando las vistas se toman en la propia ciudad, el click impulsivo se torna en otro tipo de experimentos más reflexivos. Por ejemplo, en Preludio (2011), en donde un plano fijo del Pabellón Alemán proyectado por Mies va der Rohe en Barcelona en 1929 es sometido a diversas operaciones como los cambios de velocidad al filmar, los cambios de exposición y la interposición ante el objetivo de elementos que deforman la imagen. O Espectro cromático (2015), en donde filmaciones superpuestas del paseo marítimo son el motivo para un ejercicio que evoca experimentos de separación de color de cineastas como Chris Welsby o los Cantrill, pero utilizando como técnica las superposiciones de imagen con un filtro de color en cada “pase”. El resultado, los paseantes convertidos en siluetas de color que confluyen.

Siguiendo por esta vertiente, hay que resaltar los estudios de la naturaleza de Alcoz en blanco y negro, en los que el paisaje se convierte en abstracción. Se podría decir que son ejercicios de toma de conciencia de la cámara como dispositivo óptico y sus posibilidades de alterar la imagen en donde el mundo natural es el motivo. El enfoque, la apertura del diafragma, las velocidades de filmación, el zoom son los recursos que trae al frente en Enfoque natural (2012), pieza en super 8 de cuyas ambiciones se hace eco (con el mar como motivo) Marea monocroma (2012) y también (aunque en 16mm y con un paisaje urbano como modelo) Definición (2013), en una línea emparentada con algunos trabajos de Rose Lowder. En Triple exposición (2013) el encuadre queda dividido en franjas (usando un prisma frente al objetivo). Esto, combinado con rápidas panorámicas de hojas y árboles, crea un collage cinético en donde lo figurativo da paso a lo abstracto. Elementos familiares como el mar, las hojas, los árboles, se convierten en estas piezas en patrones, dejando paso a la óptica (mecánica y humana) como verdadera protagonista del film. Estos ejercicios se pueden relacionar con otra pieza, ya en vídeo, en donde la perspectiva es la cuestión a examinar a partir de la superposición de puntos de fuga que proporciona la propia arquitectura de la ciudad. Se trata de A punt de fuga (2014), cuyas rápidas alternancias y superposiciones que nos empujan atrás y adelante (en un movimiento que recuerda a Serene Velocity, de Ernie Gehr) fueron pensadas para exhibirse en formato de instalación dentro de una pequeña caja, construyendo así un tridimensional pasillo infinito para el espectador.

Dentro del trabajo de Alcoz hay también espacio para el uso del vídeo como herramienta analítica de otras maneras más conceptuales o ensayísticas, que también le alinean, como Preludio, con las inquietudes formales de artistas como William Raban y, por momentos, Malcolm Le Grice. En la rama más conceptual, el vídeo digital sirve para documentar acciones artísticas como la muy simbólica destrucción con un martillo de una cámara de super 8 de ¡Listos, cámara, acción! (2013). O el registro videográfico (que se convierte en experiencia sonora) de enclaves de la ciudad que alguien ha etiquetado con un grafiti de la palabra “silencio” de Puntos de silencio (2018), pieza que de algún modo refleja las inquietudes teóricas relativas al sonido y a la estructura que Alcoz aborda en su libro.

Por otra parte, su serie Take Your Time pareciera hacerse eco de las sinfonías de ciudad de las primeras vanguardias (Ruttmann, Ivens, Vigo, Kaufmann e incluso Vertov) en tanto colecciones analíticas de estampas de diferentes ciudades. Time to Search (2013) en Nueva York, Время для отображения / Time to Display (2014) en Moscú y Tijd te besteden / Time to Spent (2016) en Berlín. En los casos de Nueva York utiliza recursos como la inversión o el ralentí del audio, y la conversión de imagen a negativo, que también utiliza en la pieza dedicada a Berlín, que a su vez comparte su organización estructural que viene dada por el color y el sonido. Esta serie, por supuesto, se relaciona con sus diarios de viaje en super 8. En la medida en que el formato cambia, mutan también las estrategias y procedimientos, así como las implicaciones semánticas y de tono. Se pasa así del impulso impresionista del fílmico, anclado en el presente de la toma de imágenes y el montaje en cámara, a la reflexión organizativa de la edición y la manipulación de la imagen digital en un tiempo posterior a la captura.

Por último, y ampliando el campo de esta vertiente reflexiva del montaje digital y sus posibilidades, hay también una parte ensayística en la obra de Alcoz en la que interviene la palabra. Además de en piezas como Querido Alberto: / Dear Alberto: (2018), una colección de postales de su abuelo comentadas en voz en off por su padre, con el posterior sentido producido por la interacción del comentario con la imagen, Alcoz es coautor (junto a Alexandra Laudo) de dos ensayos producidos en el marco del programa online Soy Cámara del CCCB: Todas las pantallas oscuras (2019) y No hay camino (2020), esta vez con una voz en off que remite a la larga tradición del cine ensayo, en este caso más cercana en sus fuentes y análisis a nombres como Farocki (a quien citan) o Thom Andersen. Reciclando todo tipo de imágenes de películas de ficción o experimentales, documentales, registro de performances, films educativos o fotografías, elaboran un discurso cuya argamasa es la voz en off y las citas utilizadas, en un montaje asociativo que va desarrollando diferentes ideas. Todas las pantallas oscuras es una reflexión en torno al papel de la oscuridad, de la pantalla en negro, en el cine, la televisión y el vídeo, pantallas pensadas para emitir o reflejar luz. Desde esa oscuridad desapercibida del cine (la del paso del obturador frente al haz de luz del proyector) a las ideas de ceguera y noche, hasta las películas sin imágenes, la oscuridad de la sala de cine, y la resistencia ante la sobresaturación de imágenes. No hay camino es una reflexión multifacética del acto de caminar, que incorpora la abundante literatura sobre el tema, en choque y colaboración con una profusión de citas audiovisuales en las que prima el cine experimental, el videoarte y la performance. Trabajos en los que la imagen sirve para pensar y transmitir ideas, como medio de escritura que, en este caso, para Alcoz, se relaciona también con la reflexión en torno a sus medios de creación a través de las alusiones que ambos ensayos hacen a los dispositivos cinematográficos o videográficos, y que se alinean con los propósitos de la serie Soy Cámara online, cuyo propósito es tratar temas urgentes de la sociedad contemporánea poniendo énfasis en cómo se producen las propias imágenes.

Solo cabe preguntarse, ahora, qué camino tomará Alcoz, qué medio desmenuzará en todas sus particularidades, y cómo lo hará. Y qué nuevas puertas nos abrirá al disfrute y a la comprensión de qué son, en su fuero más interno, todas esas imágenes en movimiento ante nuestros ojos.

 

ELENA DUQUE  Exerceix diferents feines al voltant del cinema: és cineasta, programadora, articulista i docent. Els seus principals focus d’interès són el cinema d’avantguarda i l’animació experimental.






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