DESPERTAR CONCIENCIAS
MIGUEL ANDRÉS. EL CUERPO CON VOZ.
¿Empezar por el principio o por el final?
Introducirse en el universo de Miguel Andrés significa
realizar un viaje extraordinario donde no existe ni
principio ni final, sino una constante. El valor de una
magnitud física con signos vitales de algunos pensamientos
de Nietzsche, como los que plasmaba en Así
habló Zaratustra “¡Yo no voy por vuestro camino,
despreciadores del cuerpo!”1. El carácter de
Diógenes de Sinope quien criticaba el orden y la moral de
su época y una esencia nihilista tal y como Iván Turguénev
la describe: “Nihilista es la persona que no se inclina
ante ninguna autoridad, que no acepta ningún principio
como artículo de fe”2. Miguel Andrés da vida a
la reivindicación, a la reflexión, a la crítica: es un
incesante acto de voz que emana de todo el cuerpo.
Comenzaremos, solo por la facilidad
implícita en una lectura cronológica, por el final, que no
deja de ser el principio. Por la obra más actual de Miguel
Andrés de las que se exhiben en el 20 aniversario de la
programación de Flux.
HIV
Rejected es sin duda una de las obras que
concentra los fundamentos que definen la trayectoria de
Miguel Andrés. La canalización de una realidad objeto de
controversia en sociedades establecidas, la transformación
de esa realidad en su mente para expresarla a través de un
lenguaje artístico interpretado por su cuerpo, con una
finalidad esencial: que la obra incite a la reflexión. En
el caso de este videoarte, y como sucede a menudo en las
piezas de Miguel Andrés, es una reflexión sobre las
injusticias. HIV
Rejected nos habla sobre el VIH, uno de los
grandes temas del artista. Esta obra en particular se
centra en el rechazo que sufren las personas seropositivas
más allá del ámbito personal.
“Mientras el VIH se ha convertido en los
últimos años en una patología controlada que no reviste
gravedad e infinidad de estudios demuestran que el
tratamiento efectivo hace que las personas portadoras no
transmitan el virus, la sociedad se ha quedado rezagada.
El estigma sigue entre nuestros cuerpos seropositivos y
con él, el rechazo. Los cuerpos seropositivos se enfrentan
al rechazo en cada interacción personal cuando este
estatus es o debería ser revelado. Esto lleva a las
personas VIH+ a vivir con angustia su condición de
seropositividad, al ocultamiento y al miedo. Pero esta
discriminación no solo se queda en el plano personal.
Según un estudio de la Clínica Legal de la Facultad de
Derecho de la Universidad de Alcalá y CESIDA durante el
año 2015 la mayoría de los casos de discriminación a los
que se enfrentan las personas seropositivas en España son:
el acceso a los empleos públicos (Fuerzas de Seguridad del
Estado); el acceso a servicios (contratación de seguros y
servicios privados); la confidencialidad de los datos
personales y la vulneración del derecho a la intimidad
(revelación del estatus serológico y sometimiento a la
prueba del VIH).” Miguel Andrés.
HIV
Rejected (2019), I’m
not a red ribbon (2018), Cuerpos
Indetectables (2017) y Ribbon
(2016), son todas ellas acciones performativas con
diversos trasfondos y un mismo protagonista: el VIH.
Luchar contra la estigmatización de las personas
seropositivas es un firme y fiel propósito del artista.
Cabe destacar su live performance Cuerpos
Indetectables, en la edición de 2017 de Marte
–Feria de Arte Contemporáneo de Castellón–. Acción que
sirvió para hacer público ante la atenta mirada de los
asistentes su estado serológico: VIH+
Miguel Andrés hace de su cuerpo un arma de
activismo social y político. Un emisor que da voz a
problemáticas necesitadas de ser visibilizadas,
reflexionadas y resueltas. Como canales más habituales: la
performance y el videoarte; el objetivo: despertar
conciencias.
“El artículo 56.3 de la Constitución
española dicta que ‘La persona del Rey es inviolable y no
está sujeta a responsabilidad’. Este hecho hace que el
principio básico de igualdad de toda democracia se vaya al
traste”. Así define Miguel Andrés El
inviolable (2018), videoperformance que realizaba
hace unos años, aunque pudiera parecer ayer.
De igual modo que en El
inviolable, Miguel Andrés pone entre las cuerdas
al sistema y a la sociedad española en La hostia (2018),
la misma táctica recae sobre Europa y la religión. “Parece
no tener sentido que en un estado aconfesional sus
ciudadanos tengan que verse enjuiciados por ofensas a los
sentimientos religiosos. Esto pasa en la España europea y
es la hostia.” Miguel Andrés.
El territorio se expande y la religión
vuelve a la obra del artista. Miguel Andrés trabaja ideas
muy concretas y les otorga el poder de las historias
universales que nos interpelan a todos, dilemas del mundo,
derechos humanos, cuestiones y violencias que condicionan
la vida.
Sucede en Democracia
(2018) y Radicalization
(2018). La primera pone en tela de juicio el papel que
juegan los ciudadanos en el ejercicio de votar y el
sistema democrático. La segunda es una pieza de videoarte
en la que investiga sobre los motores de radicalización en
los jóvenes occidentales de origen musulmán y como la
exclusión de este colectivo en países de occidente genera
individuos vulnerables a las promesas del califato
islámico.
Oliviero Toscani, afirma que: “Si el arte no
provoca, no es arte. Para mi provocar es darle a alguien
la posibilidad de que vea las cosas de una manera
diferente. Provocar es un signo de generosidad”3.
Estar escribiendo sobre Miguel Andrés y que
en mi mente resuene esta cita que un día verbalizaba
Toscani en una entrevista tiene que ver con la relación
que se genera entre causa y efecto. Las obras de Miguel
Andrés provocan, son obras de arte. Toscani además se
aparece al pensar en Miguel Andrés, no solo por lo
provocativo de las obras de ambos, sino por su inmensa
capacidad de conceptualización y síntesis. Ideas
eficientes narradas desde un extraordinario potencial
creativo, mensajes directos desarrollados en imágenes
impactantes. Mientras llevo a cabo el ejercicio de
redactar este párrafo intuyo signos de un cierto
paralelismo entre ambos artistas, como si de una cualidad
gremial se tratara. El uno fotógrafo y el otro performer,
y ambos directores de arte en el sector de la publicidad,
profesión que ejercieron en un momento de sus vidas.
La investigación es otro de los grandes
ejercicios que Miguel Andrés realiza para el desarrollo de
sus obras durante toda su trayectoria, ya que es un
elemento fundamental de su proceso creativo.
Hay un momento especial en la carrera del
artista que le otorgó la primera oportunidad de investigar
con el soporte de una institución. En 2014 gana el premio
Embarrat-IEI, que le permitió presentar UNTITLED
Exhibition(ism) en 2015, proyecto subvencionado
por el Institut d’Estudis llerdencs (IEI), perteneciente a
la Diputació de Lleida, y comisariado por Anselm Ros.
Todas las piezas de dicho proyecto fueron realizadas en la
residencia artística llevada a cabo en Fabra i Coats
–Fàbrica de creació de l’Ajuntament de Barcelona–. Es
primordial mencionar que la Diputació de Lleida censuró
hasta en tres ocasiones el cartel que anunciaba la
muestra, coartando así la libertad de expresión del
artista. Un hecho que trascendió a los medios y que
incentivó que hoy en día la pieza censurada sea parte de
la Colección de Arte Censored
de Tatxo Benet.
La residencia duró un año, lo que hizo del
período 2014-15 una época especialmente prolífica. Vieron
la luz trabajos que destacan el profundo afán investigador
del artista y su don para exponer los resultados en forma
de obra de arte. Piezas donde se hace evidente el bagaje
cultural de Miguel Andrés, su capacidad para introducir de
forma efectiva recursos creativos de otras disciplinas
artísticas como la música o la fotografía y transmitir
mensajes perfectamente elaborados a partir de estéticas
sublimes. Es el caso de las obras de videoarte como Dust
we are (2015), en la que Miguel es capaz de
poetizar visualmente el brillante enunciado de Carl Sagan
“Somos polvo de estrellas” o Incomplete
(2015), en la que nos habla del sentimiento de soledad.
También es capaz de evocar los poderes místicos de Príapo
–dios menor de la fertilidad en la antigua Grecia– para
reflexionar sobre la superpoblación mundial y la
agricultura intensiva en Cum
Dederit (2015) y de llevarnos cien años atrás con
Golden Fountain
(2015) para recordarnos los ready-mades
de Duchamp y volver a la gran cuestión: ¿qué consideramos
arte?
El plano estético es muy importante en la
obra del artista, como me confesaba en algunas de nuestras
muchas horas de tertulia. La metáfora es su figura
favorita para trabajar el desarrollo visual de sus piezas.
La intención es que cada uno de sus trabajos sea único,
con su propia forma, lo que le permite la búsqueda de
nuevos formatos y nuevas líneas de investigación.
La estética, aunque importante, no conforma
uno de los aspectos más esenciales en las obras de Miguel
Andrés. Sí lo es la creación de imágenes impactantes y el
uso del cuerpo como un emisor que no permite al espectador
practicar la indiferencia. Esto hace que cada una de sus
obras sea “una apertura interpretativa que exige del
público una intervención productiva: completar aquello que
no ha sido clausurado mediante actos de libertad
consciente”4, como diría Umberto Eco; una
constante, despertar conciencias, como diría yo; o evocar
pensamientos, como diría el artista Daniel Hernández.
“Quien conozca el trabajo de Miguel Andrés
debe estar acostumbrado a re-pensarse, ya que pertenece a
una sub-categoría de artistas que realizan su trabajo con
la idea y el concepto como materia prima para su obra.
Para el artista el valor de sus piezas reside en la
resignificación de los objetos, las acciones o de ciertos
parámetros preestablecidos. Es la tormenta perfecta, dado
que este tipo de piezas evocan pensamientos y es ahí
donde, en mi opinión, el arte cumple su función fuera de
lo estético o el placer visual"5. Daniel
Hernández.
La consecución del premio de Embarrat-IEI
supuso el salto a los grandes museos y festivales, la
presencia habitual en galerías de arte y la
internacionalización de su trayectoria. Este pistoletazo
de salida tiene lugar en 2014, provocado por una de sus
obras de videoarte más emblemáticas System
(2014), que en palabras del artista presenta «como una
alegoría digital (al más puro estilo del siglo XXI) de
cómo El Sistema inserta en nosotros las pautas básicas
para la perpetuación del mismo. Siendo los propios
individuos los que defienden las bases de este, su
Sistema».
Del mismo año es Rorschach
(2014). En esta pieza el artista tan solo trata de
encontrarse a sí mismo a través de las manchas de tinta
que parece bosquejar con su cuerpo. Con ayuda de la
simetría y la superposición crea formas sugerentes que dan
pie a múltiples interpretaciones, al igual que hizo
Rorschach con sus fichas en 1921. La interpelación del
espectador no desaparece, serán precisamente ellos quienes
terminen de dar sentido a esas figuras y a la obra.
La obra de Miguel Andrés ha sido exhibida en
numerosos festivales e instituciones tales como el Musée
de l’Elysée en Lausanne, Photo Meeting Barcelona [Palacio
de la Virreina] y CENDEAC Murcia dentro de conferencias de
Joan Fontcuberta, Institut d’Estudis Ilerdencs, Future
Identities [Palazzo Albrizzi y Palazzo Ca’ Zanardi] en
Venecia, Es Baluard Museu d’Art Modern i Contemporani de
Palma, New Media Arts Festival IVAHM [Centro de Artes de
Vanguardia La Neomudéjar] en Madrid, Flux 2015 [Arts Santa
Mònica] en Barcelona, Digital Flows [MACT/CACT Museum and
Center of Contemporary Art of Ticino] en Bellinzona, entre
otros; es uno de los artistas fetiche de la galería de
arte Escalera de Incendios. Su obra ha sido adquirida por
coleccionistas a nivel internacional y forma parte de la
colección permanente del MACVAC (Museu d’Art Contemporani
Vicente Aguilera Cerni).
Así mismo ha recibido diversos premios y
menciones, como la ya explicada Embarrat-IEI en el
Embarrat Festival, el 2º premio de videoarte en el
Festival Ull Nu’16 de Andorra, mención especial del jurado
en FIVA Festival Internacional de videoarte en Buenos
Aires y el 2º premio en VII Premio de videoarte del
Ayuntamiento de Astillero en Cantabria. Hoy en día, además
de continuar con su trayectoria artística, es el director
y fundador de Performance Art School, la primera escuela
en territorio español dedicada por completo al performance
y que se inauguró durante la 5ª edición del festival Young
Gallery Weekend.
Fue en Young Gallery Weekend, festival que
dirijo, donde Miguel Andrés estrenó ¡Eh,
tú! ¡Maricón! (2019), un live
performance y acción de denuncia a los ataques homófobos.
Obra que clausuró YPA (Young Performance Art), la sección
de performance del festival de la que el propio artista
fue comisario.
Los asuntos LGTBI son protagonistas asiduos
de las obras de Miguel Andrés. La mayoría de sus piezas
relacionadas con la identidad, el género y la sexualidad
están orientadas a infundir tolerancia y el merecido
respeto al colectivo al que el propio artista pertenece,
de esta esencia está impregnada la pieza ¡Eh,
tú! ¡Maricón! La perspectiva es otra en Solo
quiero tu leche (2020), un caso bastante
particular que dice mucho de la valentía del artista a la
hora de afrontar las temáticas de sus obras.
Solo
quiero tu leche (2020) es una de las obras más
recientes de Miguel Andrés, un live performance que tuvo
lugar en el Convent dels Àngels, sede del MACBA –Museo de
Arte Contemporáneo de Barcelona–. Esta pieza pone de
manifiesto la cosificación a través de un uso
hipersexualizado de las relaciones entre hombres que
tienen sexo con otros hombres (HSH). Para ello estuvo una
semana recopilando semen de voluntarios que contactó a
través de aplicaciones de contactos.
La sexualidad y el sexo están presentes en
más de una ocasión y desde diversas vertientes en las
obras de Miguel Andrés. Es lo que sucede en su pieza de
videoarte Solo
(2012). Y así nos acercamos al año en el que personalmente
descubrí a Miguel Andrés, al año de Autoreverse
(2011) y que el propio artista resume así “El Tiempo me
tomó como rehén. Me aprisionó y me usó a su antojo, como
si de una marioneta se tratara. Pero yo quería escapar.
Entonces me di cuenta de que la única manera de ser libre
era no aferrándome al Tiempo”.
Autoreverse
es la última pieza enumerada en este discurso, la que un
día me llevó hasta él y la que abre la muestra de Miguel
Andrés como uno de los artistas centrales de Flux Festival
en esta edición. Autoreverse
trata uno de los grandes temas de la humanidad, ser libre,
que al final es el principio, por el cual Miguel Andrés ha
elegido el arte.
MARÍA
CASTILLO GARCÍA és codirectora de Recwind
Creative Studio des del qual centralitza el
desenvolupament de projectes creatius, la gestió
cultural i el comissariat especialitzat en art
contemporani i cultura digital.
1. NIETSZCHE,
F. (2005): Así habló
Zaratustra. Un libro para todos y para nadie.
Madrid: Alianza, p. 60.
2. TURGUÉNEV, I. (2004): Padres
e hijos. Madrid: Ed. Bela Martinova, Letras
Universales. Cátedra.
3. TOSCANI, O. (2010): Entrevista para RTVE
realizada por la periodista Sonsoles Mayorga.
4. ECO, U. (1985): Obra
abierta. Barcelona: Ed. Planeta, p. 34.
5. HERNANDEZ, D. (2020): Sobre Solo
quiero tu leche obra de Miguel Andrés.
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